Entrada destacada

La desinflación que anticipa el Índice del Báltico

El Índice del Báltico (Baltic Dry Index, o BDI) es un indicador diario de precios, que mide el promedio de una canasta representativa de materias primas transportadas en el mar Báltico. Los datos para el índice del Báltico son recopilados y publicados por la compañía de información marítima llamada Baltic Exchange, con sede en Londres, Reino Unido. 

La Baltic Exchange es una organización independiente que opera como un centro de negociación para la industria marítima, incluyendo la negociación de contratos de fletes y el suministro de información e índices relevantes para la industria marítima. 

El Índice del Báltico no es un reflejo preciso de la economía mundial, pero la correlación entre ambos es importante para valorar posibles tendencias. El índice es uno de los indicadores líderes en la economía debido a la estimación del precio promedio de materias primas incluyendo petróleo crudo, productos químicos, minerales y granos. Como resultado, los cambios en el precio de estos productos pueden ser un indicador temprano de la economía global por la relevancia que tienen.

Pese a que no tiene un carácter especulativo, está muy correlacionado con el comportamiento de las bolsas de valores. En 2008, se desplomó desde los 11 mil hasta 700 puntos y mostró con anticipación la crisis financiera.

Con la pandemia llegó el confinamiento, la producción disminuiría producto del cierre temporal y en algunos casos de manera permanente para contener el brote del Coronavirus, además de la crisis en la cadena de suministros por el freno en las actividades de transportación. 

La oferta de productos comenzó a decrecer frente a una demanda creciente. Los consumidores comenzaron a agrupar ahorros producto del cierre de actividades de servicio, ocio y productos menos cotidianos. Unido a esto, los bancos centrales establecieron políticas de flexibilización monetaria para dar acceso fácil al dinero y estimular una economía golpeada por la repentina pandemia. Ante una oferta muy disminuida, el mayor volumen de ahorro y la capacidad de adquirir préstamos con tasas de interés muy bajas, se disparó la demanda.

Luego vimos como la inflación comenzó su escalada desde los primeros meses de 2021, prologando esta tendencia a pesar que los bancos centrales declaraban que se trataba de un problema transitorio, los cálculos fallaron. Los bancos centrales rechazaron los argumentos de una economía sobrecalentada, centrando su atención en la importancia de los precios de la energía dentro del entorno inflacionario. La energía suele ser un factor muy volátil, pero su efecto puede ser limitado en el tiempo. 

Los pronósticos de inflación pueden variar así como los factores que la provocan o la recrudecen. La guerra en Ucrania, las interrupciones en la cadena de suministro relacionadas con la política de Covid-cero en China y los aumentos de precios de las materias primas debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia eran difíciles de pronosticar con anterioridad. Pero ignorar otros indicadores que influyen sobre la inflación fue crucial para alejarse de un cálculo más preciso. 

Muchos analistas creen que la Reserva Federal (FED), el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) debieron haber prestado mayor atención al rápido aumento en los costes de envío de manera global. A finales de 2021, los indicadores de fletes marítimos para el envío de contenedores habían aumentado 6 veces su valor desde niveles previos a la pandemia.

De acuerdo al gráfico anterior proporcionado por Bloomberg, se puede apreciar la correlación del Índice del Báltico como reflejo de los precios de transportación y la inflación en Estados Unidos y la Eurozona. El índice muestra claramente un comportamiento adelantado con respecto a la tendencia de la inflación. El pico generado en octubre de 2021 mostró el futuro aumento de la inflación en ambas regiones, así como en meses anteriores aunque con menos relevancia por el movimiento lateral dentro de un rango que no resultaba alarmante.

En este instante, el índice del Báltico muestra una disminución considerable provocada por el aumento del comercio mundial debido al control sobre el Coronavirus, el abandono por parte de China de su política Covid-cero y la disminución de la demanda debido a las políticas monetarias restrictivas

Que esta disminución pueda ser un preámbulo de la futura reducción de la inflación, no puede resultar en un relajamiento repentino por parte de los organismos monetarios centrales. Hay un tiempo de reacción prolongado, por lo que es importante esperar a que el impacto de las decisiones se produzcan. El gráfico muestra que las políticas monetarias pueden dar resultado, pero también que el índice del Báltico debe estar presente en los cálculos la próxima vez. 




Comentarios